¿Cómo elaborar una opinión legal?

Por Andrea Farro Mansour

Taller: “Cómo se elabora y se presenta una opinión legal”

Los abogados nos enfrentamos a un gran desafío cuando debemos preparar y presentar una opinión legal de calidad solicitada por el cliente, esto es así ya que el principal reto que encontramos es identificar primordialmente dos cuestiones: a) la necesidad del cliente, y b) las respuestas jurídicas plurales y disponibles de acuerdo con el derecho vigente.

Otro desafío importante al cual nos enfrentamos los abogados al emitir estas opiniones, es procurar que nuestras opiniones prosperen ante el cliente, ante un juez, ante las autoridades, ante el auditor y ante la contraparte. Antes de empezar a redactar, es imprescindible reflexionar sobre aquello que el destinatario realmente espera recibir.

Con el propósito de preparar y presentar una opinión legal de calidad, a continuación expondré unas breves recomendaciones brindadas en el Taller: ¿Cómo se elabora y se presenta una opinión legal?, impartido por el maestro Enrique A. Hernández-Villegas en La Barra Mexicana, Colegio de Abogados.

Por opinión legal se entiende el punto de vista de un profesional acerca del criterio de lo que solicita el cliente. No se considera una opinión legal: una opinión precipitada, una opinión que se encuentre fuera de contexto, una auditoría legal, así como una respuesta ligera.

Generalmente, cuando nos solicitan una opinión legal, los abogados nos encontramos en un contexto desfavorable ya que el cliente espera que le brindemos una “certeza”; sin embargo, no debemos perder de vista que “no hay una certeza máxima”; por lo tanto, la misma puede ser manipulable por medio de las evidencias.

Ahora bien, como en todo escrito, las opiniones legales conllevan aspectos de forma y de fondo, los cuales son elementales para lograr hacer de ésta una opinión de calidad. Por tal razón, es que resulta indispensable realizar una breve definición de estos dos aspectos, para así posteriormente continuar con las partes estructurales de la opinión:

  • Aspectos de forma: se refiere a la estructura de la opinión. Tiene que ver con la calidad de la presentación de nuestra opinión legal, misma que debe ser clara, limpia, perfectamente estructurada y sin errores mecanográficos.
  • Aspectos de fondo: se refiere a la eficacia jurídica del contenido de la opinión. Se relaciona con la resolución de las cuestiones planteadas por el cliente, de acuerdo con el derecho vigente y en relación con las circunstancias concretas del caso.

 

Es importante al momento de emitir la opinión,  no caer en el “Blind Spot” o “Punto Ciego”, ya que los abogados debemos de tener una visión total y absolutamente periférica para no derribar al absurdo de asumir todo ni darlo por sentado.

Partes para una típica opinión legal de carácter jurídico:

  1. ANTECEDENTES: en esta sección se deja claro el caso que se presente. Por lo tanto, debemos de identificarlos perfectamente ya que, además de que con base a ellos se arma la opinión, es una forma de protección de los abogados debido a que no te pueden responsabilizar de alguna cuestión que no fue comentada previamente.
  2. HECHOS: sólo debemos incluir los más relevantes. Para tal efecto, debemos diferenciar entre hechos ciertos (hay que tener presente que no siempre los hechos afirmados por un cliente no son siempre ciertos), hechos probables y hechos eventuales.Sí analizamos documentos para escribir una respuesta, debemos de identificarlos en esta sección o en un anexo adjunto.
  3. CUESTIONES PLANTEADAS: en esta sección se describen y resumen los asuntos o temas que el cliente le ha consultado. Primero se deberán identificar las cuestiones centrales y luego las accesorias o secundarias- (el abogado debe ayudar al cliente a definir estas cuestiones).
  4. MARCO JURÍDICO Y ANÁLISIS: esta parte equivale al “corazón de la opinión”. Es el análisis jurídico aplicable con relación a los hechos, en palabras más coloquiales significa que: “lo pretérito se trae al presente para que surta efectos futuros”. Evitar las citas muy extensas (a menos que sean absolutamente necesarias), y distinguir a quien va dirigido para tratar que el lector entienda perfectamente nuestro escrito. Se deben definir los propios objetivos ¿Escribe para informar, persuadir, promover? ¿Qué resultados espera lograr?
  5. CONCLUSIONES: en esta sección se encuentran las respuestas a las cuestiones planteadas. Un esquema lógico para desarrollarlas es definir: a) lo que el cliente debe saber, b) lo que debe hacer, c) lo que no debe hacer, d) consecuencias de sus acciones, y d) los riesgos que asumirá.
  6. ANEXOS: hay que incluir los que sean indispensables para proveer de fundamentos a lo escrito.

En conclusión, este es un método para realizar una opinión legal de calidad; sin embargo, cada abogado utiliza su propio estilo para redactar. En ese sentido, se entiende que cualquier forma está permitida para realizar una opinión, siempre que la misma se encuentre con una buena presentación y satisfaga los intereses del cliente.